Feliz S. Valentín!
Vivamos, Lesbia mía, y amemos;
que los rumores de los severos viejos
no valgan ni un centavo todos juntos.
Los soles se ocultan, y pueden aparecer de nuevo;
pero cuando nuestra efímera luz se esconde
la noche es para siempre,
y el sueño, eterno.
Dame mil besos, y luego otros cien;
después mil otra vez, de nuevo cien;
luego otros mil aún, y luego cien…
Después, cuando sumemos muchos miles,
los revolveremos todos hasta perder la cuenta,
que hechizarnos no pueda el envidioso
al saber el total de nuestros besos.
Cayo Valerio Catulo (Verona, Italia. 84-54 a.C.)